Una propia


Todo comienza con 2 chavales, de 17 años. Dos chavales diferentes a todo lo corriente. Son muy amigos. Tienen 17 años y unos ideales capaces de cambiar todo. Al primero, un chico de mediana estatura, pelo larguito y negro, dilataciones en las orejas y un piercing en el labio, le gusta que le llamen “Jota”. Al segundo, alto. Cresta punk, cadenas y ropa rota y negra, le gusta que le llamen “Ro” o “Erre”. Para abreviar serán J y R.

Son 2 chavales que se conocieron hace tiempo, han pasado muchas por ser como son. La gente les insulta y discrimina. Pero ellos no hacen nada, lo ignoran. Han tenido varios problemas en el instituto, siempre con los chavales más problemáticos. Con los demás chavales se llevan bastante bien. Tienen su familla en su instituto. Principalmente porque R es músico y ha dado varios conciertos y tal. Todos los chavales que conocen a estos dos personajes dicen lo mismo: “Son increíbles”. Siempre andan defendiendo a los chavales de 1º y 2º y van evitando problemas. Siempre con la frase “Justicia, Libertad e Igualdad son metas alcanzables”.

Se sabe poco de estos 2 chicos, aunque les conocen todos nunca quedan con nadie. Nunca están. Todos los fines de semana desaparecen y vuelven a aparecer el domingo noche. Son chicos aplicados a los estudios, R más que J. E intentan ayudar siempre. La parte negativa de todo esto es que si no han oído hablar de ellos les tienen miedo. Les consideran delincuentes y les insultan. Discriminación por todos lados. Hay una posible explicación de porque los niños no hacen esto. Son demasiado jóvenes e inocentes para juzgar a nadie y por ello, siempre van amables a presentarse y conocerlos. Todos deberíamos hacer eso.

La historia de esto comienza una mañana de Enero. Están R y J en clase. Llega una profesora nueva, sustituyendo a otra que quedó embarazada y ahora está de baja. Esta nueva profesora viene de un barrio pijo, de un colegio de educación privada. Es su primera vez en un instituto público. Todo parecía normal hasta que la profesora empezó a actuar de forma extraña. Cambió la colocación de la clase, aislando a R y J de toda la clase. No les dirigía la palabra. Solo lo justito en los exámenes. Empezaron a correr rumores por todo el instituto. Que si les tenía miedo, o manía… Da igual. Empezó a discriminarles. R, que es mas lanzado, un día decidió a hablar con la profesora. No quería esta situación. Fue al despacho de esta y cual fue su sorpresa: Le cerró la puerta de bruces en la cara. R se estaba empezando a mosquear.

Pasó un trimestre. La profesora empezaba a ser borde con ellos. En todas las clases iba diciendo que eran niños raritos y peligrosos. Malas influencias. Los demás profesores intentaban ponerla en razón, pero cada vez que la profesora entraba en discusión con R se ponía mas cabezona. Los padres de ambos intentaron varias veces denunciar esta situación, pero esta profesora no se dignaba a hablar con la profesora. En Abril, ya no dejaba entrar a R a sus clases. Y 2 de cada 3 días echaba a J. Las cosas estaban muy feas, y lo que no querían estos chicos eran problemas. Ya habían suspendido la asignatura por no poder entrar a clase.

Un día, domingo de noche, estos 2 chicos llegaban de un día inolvidable. Era el cumpleaños de J y para celebrarlo R había conseguido llegar a llenar un estadio de cinco mil personas con su grupo de Rock. Había ido todo el instituto a verles, todo el barrio y muchísima gente más. Iban en dirección a la casa de J cuando de repente oyeron unos gritos en un callejón. Fueron a ver qué pasaba. Estaba todo muy oscuro. La silueta de un hombre agarrando el bolso y la falda de una mujer mientras esta otra gritaba. De repente un golpe tremendo le fue propiciado a la mujer, tanto que acabó en el suelo. Instantáneamente estos chicos fueron a socorrer a la mujer. R se abalanzó placando al hombre mientras J socorría a la mujer. La mujer se lo agradeció. Era una voz familiar. R intentó recuperar el bolso de la mujer. El hombre salió del callejón, pero no pudo escapar del chico. Era un hombre con traje y corbata. De repente sacó un arma y disparó a R, dándole en un brazo. R con la otra mano le dio un manotazo a la pistola, tirándola al suelo. Apareció J preocupado por el disparo. Vio la pistola de milagro y la cogió. Y al ver la situación apuntó al delincuente. J, inmovilizando al agresor, le gritó a la señora que llamase a la ambulancia y a la policía. Cual fue la sorpresa, al salir la mujer del callejón y ver la luz de las farolas. J vio a la famosa profesora y esta les vio a los 2. J siguió gritando a la profesora que llamase de la misma manera, pero esta no sabía que hacer. De repente, el atracador se quito a J de encima y salió corriendo. J indignado al no poder alcanzarle, cogió el móvil y llamó. Todo esto ocurrió en segundos, con la mirada de la profesora atónita. La profesora volvió en sí, y fue a pedir perdón. Llegó la policía y ambulancia. Se llevaron a R al hospital y le tomaron datos a la profesora y a J.

 A la mañana siguiente la profesora no fue a clases. Estuvo en el hospital viendo como estaba R. J igual. El chico, aún herido y muy optimista les dio las gracias por la visita y añadió que estaba bien. La profesora pidió perdón un millón de veces a R. Hicieron las paces.
A las 2 semanas R salió del hospital. No fue nada grave. Todos los seguidores de este chico, querían saber que había ocurrido. Él, no dijo nada. Nunca. Por la profesora.

NOTA: Toda esta historia es escrita por mí, basándome únicamente en lo que pasa por mi cabeza. Quien me conozca, sabrá el porqué de esta historia y sus personajes.
El valor moral que se transmite en esta historia es el RESPETO y la TOLERANCIA. Se debe tratar a todos por igual, como hacen estos chicos. Somos todos humanos. Y hay que tolerar, como no hizo la profesora al principio. Estos chicos son buenas personas. Ayudan a los que son mas débiles. Y hacen cosas buenas, son amables y tratan a todos por igual. La profesora, al final solo necesitaba ver como eran. Al final se abre y decide tolerar. Es una buena persona.
Por cierto. En esta historia no hay culpables. Nadie tiene la culpa de nada. Si queréis culpables miraos en un espejo. Pensad y razonad esto.

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